La inteligencia artificial ha evolucionado tanto en los últimos años que ahora se parece... espérenlo... inteligencia no artificial (también conocida como inteligencia humana).
Al menos eso piensa Blake Lemoine, un ex ingeniero de Google.
El 11 de junio, el Washington Post informó que Google suspendió a Lemoine después de que hiciera la sorprendente afirmación de que el sistema de inteligencia artificial inédito del gigante de las búsquedas, el Modelo de lenguaje para aplicaciones de diálogo (LaMDA), había “cobrado vida”. En particular, Google se mostró en desacuerdo con que él violara la confidencialidad, no con su afirmación.
Lemoine publicó una transcripción de sus conversaciones con el chatbot, que ofrece un vistazo a un algoritmo tan avanzado que convenció a un experto de que era una persona real con sentimientos y emociones. La historia ha revitalizado un debate sobre si los modelos de lenguaje impulsados por IA eventualmente nos catapultarán a una realidad distópica del "Yo, Robot".
La mayoría de los expertos confían en que eso no es una posibilidad (aunque Elon Musk cree que sí lo es). En cualquier caso, la historia demuestra hasta qué punto han llegado los modelos de lenguaje impulsados por la IA, desdibujando la línea entre humanos y máquinas.
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